Portugal, que descubrimiento
- Luz Oliver
- 31 jul 2017
- 4 Min. de lectura
Somos cantores de la tierra lusitana
Traemos canciones de los aires y del mar
Vamos llenando los balcones ventanas
De melodías del antiguo Portugal
Oporto riega en vino rojo sus laderas
De flores rojas va cubierto el litoral
Verde es el campo, verde son sus dos riberas
Los dos colores de la enseña nacional
¿Por qué tu tierra toda es un encanto?
¿Por qué? ¿Por qué se maravilla quién te ve?
Ay Portugal ¿Por qué te quiero tanto?
¿Por qué? ¿Por qué te envidian todos, ay, por qué?
Será que tus mujeres son hermosas
Será será que el vino alegra el corazón
Será que huelen bien tus lindas rosas
Será será que estás bañada por el sol
Oporto riega en vino rojo sus laderas
De flores rojas va cubierto el litoral
Verde es el campo, verde son sus dos riberas
Los dos colores de la enseña nacional

Aunque no sea la canción del encabezado la que nos cantó la tuna de la Universidad de Coimbra de la Facultad de Biología, nos gustó por igual, y nos dieron una afectuosa bienvenida, amenizando el viaje con alegría.
Así comienza el viaje de la búsqueda del vino a Portugal, donde cada palabra de esta canción ha cobrado sentido una vez que hemos vuelto. Porque Portugal una vez que la descubres te cautiva.
Tierra con grandes extensiones de terreno, es la principal productora mundial de corcho. Que junto con la agricultura y la ganadería hacen el sustento económico del país.
A lo largo del viaje y en las diferentes paradas que hicimos, pudimos comprobar que el mundo del vino está presente en casi todos los rincones del país. Comenzamos la búsqueda desde Alentejo, con vinos bajo la denominación de origen controlada Alentejano DOC. El significado del nombre es “más allá del Tajo”. Son muy consumidos en Portugal y los que probamos eran vinos blancos y muy fáciles de beber. En el supermercado se pueden encontrar a muy buen precio, y cuando digo muy buen precio, quiero decir muy muy baratos, alrededor de 2 euros…Y oye, fuera prejuicios, por ese precio no estaban nada mal. Aunque ninguno destacó tanto como nos hubiera gustado. Por ahora...

jEs recomendable comprar vinos en los supermercados, y no solo por la gran variedad que ofrecen, sino porque en las bodegas suelen ser más caros. Justo lo contrario que en España (casi siempre).
El viaje continuó en Coimbra, donde se estableció el campamento base durante unos días para disfrutar de la ciudad universitaria. La torre que si la miras bién es un buho, que vigila la ciudad.

Calles estrechas y empinadas, escaleras y arcos que conservan sus características medievales. Y el rio Mondego, que a traviesa la ciudad. Y justo cuando estuvimos, fiestas populares, con unas tradicionales marchas musicales de baile, calles decoradas y todos los bares con su barbacoa respectiva en la puerta del bar, para ofrecer a todos los asistentes que se pasean por las calles de Coimbra los productos más típicos. Una noche para dejarse llevar por el embrujo de Coimbra y estar toda la noche divirtiendote en las fiestas populares.



Nada más llegar directas a un bar. Estábamos deseosas de pedir un vino portugués y disfrutar de él. Vivir el país a través de sus vinos es la mejor forma de conocerlo. Donde se manifiesta su suelo, su clima, su agricultura, su trabajo, su gente, su educación, su historia, su esencia…

Fuimos a Praxis, donde se unen vinos y cerveza, bajo el subtítulo de cervecería artesana. Disfrutamos de una agradable bienvenida, por la hospitalidad de su gente y por los buenos productos que nos pusieron para acompañar una fantástica degustación de 5 cervezas y vino del Douro.

La Biblioteca Joanina es una visita indispensable y no solo por el nombre. Un lugar cargado de historia, de conocimiento y de mágia. Se han grabado escenas de películas como La Bella y la Bestia o Harry Potter.

Aunque no hay bodegas en las cercanías sí que se pueden disfrutar de una gran diversidad de vinos portugueses en tiendas especializadas y bares. Y en todas conservan la esencia de la tradición del vino que se respira y se siente al entrar. El vino “Mariposa” con la variedad de uva blanca entrecruzado, es uno de los mejores que probamos en las tiendas, que amablemente te dan para que los pruebes antes de comprarlos. Es un vino diferente, con aromas y sabores desconocidos para nosotras hasta ahora, y lo más importante, que si nos descuidamos nos bebemos la botella antes de comprarla. Tiene las papeletas para ser un vino perdido…




En el bar Tapas nos Costas, hay una gran selección de bebidas, con llamativas sangrías, de vino tinto, vino blanco o espumosa. Pero también vinos de todo el país, así que no nos quedó más remedio que probar un poco de cada cosa. Con resultados muy buenos tanto en comida como en bebida. Y olvidando las cuestas que hay que subir para llegar al bar, ¡Este lugar gusta!.
Una copa de vino fresco para aliviar el calor, suena un fado de fondo, un lugar rodeado de cultura y buena compañía, ¿Qué más se puede pedir? ¡Volver!

Defesa, con diferentes variedades y un gran coupage de Antao Vaz, Arinto y Roupeiro, uvas blancas autóctonas. Cosncientes de que el mejor lugar del mundo donde se pueden cultivar sus propias variedades es su tierra, lo aprovechan, y se esmeran en sacarlas adelante, para degustar vinos únicos y como no, tradicionales.

Y así será, porque la próxima semana os contaremos la visita a Oporto, que se merece una sola entrada. El paraíso de los vinos…
Hasta la próxima semana y ¡salud!
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